Goya y la Virgen del Carmen: Un Engaño Artístico al Descubierto

Goya y la Virgen del Carmen: Un Engaño Artístico al Descubierto

La Universidad de Lleida  ha revelado que una pintura de la Virgen del Carmen y una nota manuscrita asociada a la obra, ambas atribuidas al ilustre pintor español Francisco de Goya, son falsificaciones. Este hallazgo, realizado por el Centro de Arte de Época Moderna (CAEM) de dicha Universidad, arroja luz sobre la complejidad y sofisticación de las falsificaciones artísticas en el mercado actual.

El CAEM inició un exhaustivo proceso de análisis técnico que se prolongó durante tres meses. La obra en cuestión, propiedad de un anticuario de Mallorca, no estaba firmada, pero presentaba una inscripción en la parte posterior que inicialmente se asociaba a Goya. Los estudios se llevaron a cabo mediante diversas técnicas, incluyendo la observación directa y análisis a través de rayos X, luz ultravioleta y microscopía digital, con el fin de desentrañar tanto la autenticidad de la pintura como de la nota manuscrita.

 

La obra expuesta a luz ultravioleta

 La pintura, un óleo de pequeñas dimensiones (28,5 x 19,2 centímetros), fue sometida a un minucioso examen. Los investigadores detectaron el uso de pigmentos que no correspondían a la paleta típica de Goya, particularmente en los tonos blancos, y un tipo de azul que comenzó a utilizarse después de la muerte del artista. La observación mediante microscopía digital reveló que las pinceladas en el rostro de la Virgen eran "muy premeditadas y nada expresivas", una característica que no coincide con el estilo espontáneo y vibrante de Goya.

 Según los expertos del CAEM, bajo las pinceladas anchas se encontraba un rostro previamente terminado. "Podemos concluir que primero se realizó una Virgen del Carmen bien terminada, y después se simuló el acabado goyesco", explicaron.

 La nota en la parte trasera del cuadro, que vinculaba la obra a Goya y su amigo Martín Zapater, también fue objeto de análisis. Los investigadores descubrieron que la nota había sido intencionadamente envejecida, utilizando técnicas para falsear el descoloramiento del papel y las marcas de corrosión de la tinta. Este proceso de envejecimiento artificial es una táctica común en las falsificaciones para dar una apariencia de autenticidad.

 

 Durante su juventud, Goya pintó una Virgen del Carmen en una de las puertas del armario-reliquiario de la iglesia parroquial de Fuendetodos, su localidad natal. Esta obra, que fue destruida durante la Guerra Civil española, tenía ciertas semejanzas con el cuadro ahora analizado por la UdL. Sin embargo, las técnicas de análisis moderno han permitido detectar diferencias clave que evidencian la falsificación. Maria Antònia Argelich, directora del CAEM, afirmó: "El estudio de los materiales de la pintura y la nota manuscrita, junto con el análisis del proceso de su realización, ha demostrado que se trata de una falsificación". La investigación concluyó que la obra y la nota fueron elaboradas con la intención de hacerlas pasar por una auténtica creación de Goya, posiblemente para engañar a coleccionistas y especialistas.

Aunque la factura y el acabado de la pintura coincidían en gran medida con la técnica de Goya, engañando fácilmente al ojo humano, las pruebas técnicas fueron concluyentes. "La pieza podría perfectamente engañar al ojo humano, pero no a las diversas pruebas técnicas", destacó el CAEM. Este caso resalta la importancia de los análisis científicos en la autentificación de obras de arte, especialmente en un mercado donde las falsificaciones son cada vez más sofisticadas.

El descubrimiento del CAEM no solo pone en evidencia la existencia de falsificaciones en el mercado del arte, sino que también subraya la necesidad de rigurosas metodologías de autenticación para preservar la integridad del patrimonio artístico. La colaboración entre instituciones académicas y museos es crucial para garantizar que las obras de arte sean auténticas y puedan ser apreciadas en su verdadera dimensión histórica y cultural.