Katja Meirowsky: Redescubriendo una Vanguardista Olvidada

Katja Meirowsky: Redescubriendo una Vanguardista Olvidada

El Museo de Arte Contemporáneo de Palma, Es Baluard, alberga hasta el 25 de agosto de 2024 una exposición de Katja Meirowsky titulada "La acción roja y la membrana". Entre los artistas modernos que se establecieron en las Illes Balears después de la Segunda Guerra Mundial, Katja Meirowsky (Straussdorf, 1920 - Potsdam, 2012) ha sido injustamente olvidada por la historiografía. Su obra y figura emergen hoy como un símbolo de anacronismo y extrañeza, pero también de una firme determinación estética. Es necesario redefinir el canon del arte moderno, ampliando los criterios para incluir a "la otra mitad de la vanguardia".

 De ascendencia rusa e italiana (su apellido de soltera era Casella), Katja Meirowsky era hija de madre judía y padre comunista. Entre 1938 y 1942 estudió pintura en la institución hoy conocida como Universidad de las Artes en Berlín. Durante la era nazi, fue miembro de la Rote Kapelle [Orquesta Roja], una organización de resistencia contra el nazismo que ayudaba a judíos y otros perseguidos a escapar del régimen. Perseguida por la Gestapo, Meirowsky se ocultó en Polonia durante la guerra y regresó a Berlín en 1945, donde trabajó como artista en las galerías Gerd Rosen y Bremer.

Frau mit Gitarre (izquierda) y Spaziergang mit Corki, Katja Meirowsky 2001 técnica mixta/pastel.

 En 1949, junto con Alexander Camaro y Liselore Bergman, fundó el cabaret de artistas Die Badewanne [La bañera] en Berlín. Este cabaret, situado en el Femina-Bar, era un centro de experimentación multidisciplinar que combinaba pintura, literatura, danza, teatro y música, inspirándose en el arte moderno censurado por los nazis. La sátira y el humor negro permitían denunciar la persistencia del nazismo en la sociedad de posguerra. Die Badewanne solo duró unos seis meses, pero fue muy intenso. En 1950, algunos de estos artistas fundaron otro cabaret, Die Quellepeitsche [La fuente original], mientras que Meirowsky y otros crearon Das Atelier [El taller].

 En busca de su propia voz artística y lejos de un pasado traumático, en 1952 Katja Meirowsky y su marido se establecieron en Eivissa. Aquí, se dedicaron completamente a la creación y al desarrollo de una vida casi ascética, con pocas relaciones sociales. Perteneciente al Grupo Ibiza 59, donde fue la única mujer en un entorno predominantemente masculino, Meirowsky también desarrolló una afición por la arqueología junto a su esposo Karl, quien llegó a ser el primer miembro extranjero del Instituto de Estudios Ibicencos. Viajaban ocasionalmente por el Mediterráneo, América y Asia.

 En contraste con la España pobre y bajo dictadura, la Eivissa de entonces era un crisol cultural donde convergían artistas de diversas nacionalidades. Era un hervidero de creación plástica y literaria, con varias galerías y uno de los primeros museos de arte contemporáneo de la posguerra, fundado en 1969. A pesar de exponer su obra en Eivissa, la Península, Alemania y otros países europeos, el trabajo de Meirowsky ha sido poco explorado críticamente. La exposición actual en Es Baluard Museu busca redescubrir su obra con una nueva actitud y perspectiva en el siglo XXI.

Katja Meirowsky: "Besinnung", 1985, Acrílico sobre lienzo, pintado en Ibiza.

 Meirowsky parecía rechazar las convenciones dominantes del arte de su tiempo, situándose fuera de ellas para reclamar una necesidad creativa individual. Su pintura se construye por eliminación y destilación de formas, evitando el rigor del cubismo, el espacio surrealista y los estilos dominantes del mercado posguerra como el tachismo o el informalismo. Su obra avanza hacia la abstracción, equilibrando espacios prototeatrales y la naturaleza, y reflejando la huella humana en el paisaje.

Formentera, Es Calò, Katja Meirowsky, 1974

 La exposición se basa en la obra que Meirowsky conservó a lo largo de su carrera, custodiada por sus amigos Marianne y Reinhard Lippeck en Potsdam. La muestra interroga las razones de la fascinación actual por su trabajo. Meirowsky recoge la herencia de los artistas de vanguardia de su siglo, explorando caminos visuales opuestos a las corrientes dominantes y creando constelaciones iconográficas donde la racionalidad expresada con colores apagados transmite emociones e ideas profundas.

 Como escribió el poeta Antonio Colinas, gran amigo de los Meirowsky, en sus obras hay una sabia paz y amenazas, una enorme serenidad metafísica y una provocación impuesta por el sentido catastrófico de nuestro tiempo.